lunes, 20 de noviembre de 2017

OTRAS LUCES

En el tren. 

Hay en el interior    de las personas  otras luces además de las que sentimos, vemos. . ¿ A qué me refiero ? No lo sé explicar  muy bien. Es más una intuición . Esas luces guardan silencio la mayor parte del tiempo. De repente aparecen en la pupila enamorada, o en la chispa divertida del iris. Parece como que  el ángel de esa persona se asomara a vernos.

Ríe una niña entrando en la estación de  La Floresta . Con esa misma alegría , tan contagiosa, penetra la luz de la mañana , merodea por el vagón de un modo alado  , busca, descubre el amor escondido  de una anciana que dormita bajo un silencio acogedor. Esa luz que ha  entrado con la sonrisa de la niña  atrae hacia ella a la  señora  y juega con ella   sin que se percate.

A eso me refiero.

Esa luz nueva  la acogo. No le digo nada a nadie porque pensarían que estoy muy mal. Tal vez lo estoy. ¿Qué importa?.  Acoger es un deseo de enamorado. Dejar hacer. Quiéreme como si no hubiese mañana.

¡Luz!.: me la bebo a chorros.

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ESTÁS INVITADO A PASAR POR AQUÍ.

5 comentarios:

  1. “Light
    Light
    The visible reminder of Invisible Light” (TS Elliot)

    "Luz,
    Luz,
    el recuerdo visible de la Luz Invisible"

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  2. Yo tb la "acogo", hahahahaha

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  3. La entrada de hoy me ha recordado estos versos:

    «y por el agujero que coses en tu media
    sale el sol y se llena todo el cuarto de luz».

    Son versos del poema de Raúl González "La calle del agujero en la media", que termina con el tremendo verso:

    «Decir “yo he conocido” es decir: Algo ha muerto».


    Os dejo el poema entero, y abajo el enlace, con el poema recitado por el poeta:

    La calle del agujero en la media (1930), Raúl González Tuñón:

    Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad
    y la mujer que amo con una boina azul.
    Yo conozco la música de un barracón de feria
    barquitos en botellas y humo en el horizonte.
    Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad.

    Ni la noche tumbada sobre el ruido del bar
    ni los labios sesgados sobre un viejo cantar
    ni el afiche apagado del grotesco armazón
    telaraña del mundo para mi corazón.

    ¡Ni las luces que siempre se van con otros hombres
    de rodillas desnudas y de brazos tendidos!
    -Tenía unos pocos sueños iguales a los sueños
    que acarician de noche a los niños dormidos-.
    Tenía el resplandor de una felicidad
    y veía mi rostro fijado en las vidrieras
    y en un lugar del mundo era un hombre feliz.

    ¿Conoce usted paisajes pintados en los vidrios?
    ¿Y muñecos de trapo con alegres bonetes?
    ¿Y soldaditos juntos marchando en la mañana
    y carros de verduras con colores alegres?

    Yo conozco una calle de una ciudad cualquiera
    y mi alma tan lejana y tan cerca de mí
    y riendo de la muerte y de la suerte y
    feliz como una rama de viento en primavera.
    El ciego está cantando. Te digo: ¡Amo la guerra!
    Esto es simple querida, como el globo de luz
    del hotel en que vives. Yo subo la escalera
    y la música viene a mi lado, la música.
    Los dos somos gitanos de una troupe vagabunda
    alegres en lo alto de una calle cualquiera.
    Alegres las campanas como una nueva voz.
    Tú crees todavía en la revolución
    y por el agujero que coses en tu media
    sale el sol y se llena todo el cuarto de luz.

    Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad,
    una calle que nadie conoce ni transita.
    Solo yo voy por ella con mi dolor desnudo
    solo con el recuerdo de una mujer querida.
    Está en un puerto. ¿Un puerto? Yo he conocido un puerto.
    Decir “yo he conocido” es decir: Algo ha muerto.


    http://poetasaldesnudo.blogspot.de/2011/05/la-calle-del-agujero-en-la-media-1930.html

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  4. Maravilloso poema!


    Un hallazgo que se agradece

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