lunes, 12 de junio de 2017

UN ANIVERSARIO

El sábado  estuve  celebrando el 15 aniversario  del Centro de Discapacitados  Psíquicos  "Tamariu".

Una  fiesta  donde cantamos  y pasamos  unas  horas  bien divertidas, simpáticas, desenfadadas.

Todo  allí  rezumaba  una  alegría  muy especial. Es  la  luz que  emana  de esas  almas. No sólo  la  de  los enfermos, también  sus  monitores, cuidadores, voluntarios  y, sobre todo, sus  padres.

A veces, con los hijos pasa como con el dibujo: no te sale como lo imaginabas. A un dibujo lo puedes romper y volver a hacer, borrar, pero con el hijo, con el hijo de verdad... eso no lo puedes hacer. Te  han salido  torcidos, raros, con taras  gravísimas. Pero  la  vida sigue.

Me  gusta  pensar  que   mucha  gente anónima  con la  que  nos  cruzamos por  la  calle  andan con   su  particular  cruz. Llevan  el  dolor  esculpido  en  la  cara. Son Cireneos  de  otros  cristos. Pero   son unos Cristos  de  ojos achinados, o   de  mirada, de miembros retorcidos  y  sonrisas  que  gritan  sus muecas.

Habían madres  allí, mujeres  mayores, que  bailaban el "Despacito"  con sus hijos  postrados en su  silla  de ruedas.O un  padre de  la mano de dos hijos  gemelos con la mirada ausente, cantando  felices.

 Hubo  un tiempo  que  esa  gente  rechazaron ese  "regalo"  sin sentido , hasta su posterior aceptación. Hasta ese  amor  incondicional de  hoy.

Todo en esa  fiesta  está al servicio de contar algo con el corazón y no al servicio de  ninguna  belleza.Todo el amor  que  se  podía sentir  allí era  de una  belleza  conmovedora.

Subo  la  canción que canté con Javier , "Agárrate a  mi ,María". Me  acordé de  Manuela: se  la  cantaba  mucho  cambiando el María  por su nombre.


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ESPACIO RADICAL: VAMOS A VIVIRLA

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